jueves, 26 de febrero de 2009

Sobre los sustos

La verdad que este no es el primer susto de este estilo que hemos pasado, pero hacía mucho tiempo que no ocurría. Hace unos tres años ocurrió uno muy similar en el mismo trayecto. Era el primer curso que Miguel estaba en este nuevo colegio, y fue cuando empezamos la rutina de llevar a sus hermanos al cole y después llevarlo a él. No había otra manera de hacerlo, ya que el cole de sus hermanos abre a las 8.45 y el suyo a las 9.00, esta es la única manera de que ninguno llegue tarde. Bueno pues era por esta época también, él ya tenía perfectamente asumida la rutina y sabía que después de un cole íbamos a otro. Uno de los días, de estar a mi lado de repente desapareció, fuí corriendo por el mismo trayecto y lo encontré en su clase sentado. Él debió pensar ¿para que esperar a mi madre, si se donde tengo que ir? Aquella vez lo pasé muy mal, estuve varias semanas con ansiedad, sin parar de llorar, tuve que coger la baja y ayudarme con algo de medicación. En aquella ocasión tenía 6 añitos y fue capaz hasta de cruzar sólo, una avenida con un montón de tráfico, las sensaciones fueron muy parecidas a ésta última. Una cuestión que tenemos a favor es que Paloma, su terapeuta, desde muy pequeño le enseñó el funcionamiento de los semáforos, aprovechando sus ecolalias, hoy sigue utilizando esa estrategia y no cruza hasta que no está verde:"el semáforo está... rojo, NO se puede cruzar; el semáforo está... verde, vamos"Un gran aprendizaje os lo aseguro.
Bueno en aquella ocasión como lo pasé muy mal, busqué soluciones por si volvía a ocurrir. Pensé en hacerle una placa identificativa y de hecho redacté el contenido, algo así como "me llamo Miguel, soy autista, si me pierdo llama a mi mamá al número..." Pero cuando fui a la platería la chica me dijo, que era precioso pero muy poco util, así que me recomendó otra que ponía su nombre y apellido y en grande "soy autista" que es la información relevante, para saber que deben ayudarlo. Por detrás la dirección y mi teléfono movil.
Como os imaginareis no fue fácil conseguir que la llevara, rompió varias cadenas de plata, hasta que decidí ponerle un cordón de algodón, con un nudo y con un tamaño que le fuera cómodo pero que no le cupiera por la cabeza. Esta medida para mi es una garantía, porque hoy por hoy Miguel, sabe que se llama Miguel Fernández pero no sabe ningún número de teléfono ni tampoco la dirección de casa.

7 comentarios:

Tamara dijo...

Que angustiaaaaa deberias pasar hija, besitos Tamara mama de los mosqueteros

Laura dijo...

Està muy bien. Siempre tienen que llevar los datos porque, aunque sepan como se llaman... en un caso asì con el llanto y el susto, se olvidan. PERO NO VA A PASAR NADA MALO!!!!

Unknown dijo...

Inma los niños aquí suelen llevar una tarjetita que la puedes hacer vos, abrochada en su remera, camisa...sería bueno que las Asociaciones allí lo implementen!!!
El nombre y apellido, dirección, teléfono, grupo sanguíneo.
Creo que Miguel es un chico astuto, no te preocupes tesoro!!!...ohhh mi madre entiendo el susto, pero que no tire abajo tus energías que las necesitas y mucho!!!
Bravo por conocer el semáforo, que por aquí tienes que decir a los 'sanos' está cometiendo infracción!!!...besos a Miguel

Isabel dijo...

Si te pones a comparar, esta situación fue peor que ésta última, más pequeño y cruzo la carretera. Tu reacción no era para menos, te provocaria un bajon tremendo.
Ahora tienes que esta dandole vueltas a un montón de cosas a la cabeza, ya no que el hecho se vaya solo, que eso lo dudo, es que se vaya con alguien que se lo pida, eso mismo, es mi panico, y lo hable con la psiquiatra, porque yo tengo el problema que Ginés se acerca a la gente que no conoce, y ,si un día que no este pendiente, y se lo lleva alguien, nada más pensarlo me pongo mala. Bueno que sean solo malos pensamientos, solo eso. Besitos

En mi familia hay autismo y mucho más dijo...

Qué duro este tema. Una placa identificativa de su problema para que lo ayuden. ¿Sabrían ayudar? El desconocimiento del Autismo es tan grande... Tomo nota. A mi también me aterra que se vaya con cualquiera, y más a medida que crece. Veo a mi hija tan bonita y pienso en cuantos desalmados sin escrúpulos hay...
Yo también me apoyo en medicación psiquiátrica, para mi decir esto no es una vergüenza, al contrario. Gracias a reducir mi ansiedad hago mucho mejor las cosas, y pienso mejor. Muchos ánimos, y piensa que no tiene por qué volver a pasar.

Anónimo dijo...

Hola Inma, mi primer comentario en tu blog, aunque sabes que te sigo desde el principio... yo tengo para Mateo la pulsera que mencionaban en el anterior post (el del susto reciente), y creo que vamos a optar por ponérsela de forma más o menos permanente. Que se pierda es uno de mis mayores miedos, la simple idea me aterra, y me imagino lo mal que lo pasastéis ambos con este episodio.
Mamideglori, no creo que sea poner una etiqueta a su problema, creo que más bien ayudaría a simplificar, a que quien viera esa placa (o pulsera, o lo que fuera) llamara de inmediato al teléfono que figura en ella, antes de ponerse a averiguar con el niño hasta entender que hay algún problema.
En fin, que llego tarde al post, pero como leo cuando puedo...

Inma Cardona dijo...

Hola, estoy un poco liada porque conozco a dos niños Mateo, en cualquier caso estoy contigo en que es simplificar un poco la angustia, en este caso de Miguel. A mi las etiquetas me dan lo mismo, si esa placa ayuda a que localicemos a Miguel cuanto antes, para mi sirve.
Bueno espero que escribas más a menudo, siempre del diálogo se aprende mucho, saludos Inma