sábado, 22 de junio de 2013

Final de curso en el Instituto

Este ha sido el Primer curso de Miguel en el Instituto. Sólo hace un año que decidimos que debíamos darle la oportunidad de seguir en entornos ordinarios... y que gran decisión!!! Recuerdo el miedo y la incertidumbre, ¿nos estaremos equivocando? Debemos probar antes de negar ninguna oportunidad.
Ya he comentado en más ocasiones, que para Miguel la mejor respuesta es la escolarización combinada. De esta manera el tiempo que está en ordinaria lo rentabiliza al máximo. Además le permite compartir tiempo con otros chicos con los que se entiende mejor, con un pensamiento más de su estilo, que llevan otro ritmo y en los que el lenguaje no tiene porqué ser la "unica" vía de comunicación. Estar en el aula CyL, le ha permitido crear vínculos sociales con iguales. Hay que comprender que cada chico tiene unas necesidades y que Miguel demostrando su autodeterminación, elige la compañía de chicos como él, porque con ellos se siente bien.
Por otra parte acudir al aula ordinaria le ha aportado tantos beneficios... a nivel de aprendizajes, a nivel de lenguaje, a nivel de conducta... Y para mi uno de los más importantes: ÉL APORTA TANTO AL AULA...

Hace dos días que acabó el curso, Miguel como siempre, lo tenía anticipado en su calendario. Sin embargo ayer tuvimos que ir al instituto porque nos convocaron con él. Para que pudiera ir, tuvimos este dialogo en varias ocasiones:
Miguel: - verano mami, al instituto nooo, a trabajar nooo.
Yo: - a trabajar nooo, sólo un ratito, la mochila y el estuche nooo.
Miguel: un poquito y después a casa con la mamá.
Como véis tenemos dialogos muy claritos, que debemos repetir en bastantes ocasiones, a petición de Miguel para comprenderlo bien.
Así que nos fuimos al Instituto. Saludamos a los profesionales del aula CyL, siempre tan cariñosos con Miguel, siempre contando lo que ha hecho, de lo que es capaz... siempre nos hablan de él en positivo y con un entusiasmo que me encantaría poder trasmitirlo, para que comprendierais mejor mis sentimientos. Estando allí, algunos profesores se acercaban a saludar a Miguel y nos decían, que bien ha pasado el curso! Miguel es genial! qué bueno es!... Se me acercó la profesora de religión y me explicaba como trabajaba en clase y cómo ella misma se sorprendía de ver al resto de chicos, que de manera natural se turnaban para ayudarle, para darle las instrucciones de lo que debía hacer. Me decía que eso le había llamado mucho la atención, porque ella venía un poco predispuesta a más ironías, risitas por la diferencia, etc. Y me decía ...y ha sido todo lo contrario, si Miguel decía alguna cosa que no tocaba, nadie se reía, ni le daba importancia, la clase seguía como si nada... y a la hora de ayudarle, no he tenido que pedirlo, ellos solos se le acercaban y le ayudaban.
Hablé con su tutor y me decía algo similar, el grupo clase ha sido buenísimo a este nivel, lo han acogido de una manera impresionante! Su tutor valoraba el esfuerzo de Miguel y me decía que le había impresionado de como empezó el curso a cuando lo acabó, como se había adaptado y como en plástica, sus trabajos estaban a la altura del resto de la clase.

 Nos hicieron pasar al salón de actos, porque le iban a dar un premio a los alumnos. Yo pensé que estarían todos sus compañeros, pero solo había uno. El salón estaba lleno. Hicieron un pequeño discurso sobre el esfuerzo de algunos alumnos y sobre el curso en general. Pusieron unos videos de algunas de las actividades realizadas y al acabar comenzó la entrega de premios.

La entrega de premios no era por buenos resultados académicos, si no por el esfuerzo realizado, lo cual me llenó de satisfacción, esa es la excelencia que se debería buscar y no solo la de los conocimientos.

 El profesor encargado de presentar a los alumnos, no sólo los nombraba, si no que hacía algún comentario sobre ellos. Miguel estaba sentado mientras los chicos elegidos recogían su premio. De repente el profesor dice - ahora quiero hacer dos menciones especiales que nos llenan de orgullo por todo el esfuerzo realizado - y llamó al compañero de Miguel, Vicente salió todo orgulloso a por su premio. Entonces de nuevo el profesor dice, - y ahora "el máquina, más maquina de todo el Instituto, Miguel Fernández"-
Qué de aplausos! qué emoción! qué orgullo! qué sonrisa la de Miguel! qué de lágrimas entre la Logopeda y yo! qué de sentimientos que no puedo expresar en palabras...
No pude grabarlo todo, porque estaba tan pendiente de Miguel que cuando le di a grabar ya lo habían presentado. En cualquier caso os dejo el video, porque los aplausos se oyen muy bien y se ve a Miguel
orgulloso recogiendo su diploma.

 

Tras la entrega, la directora se me acercó y me dio un precioso abrazo, le di las gracias y le dije que lo habían hecho TODO genial.
Sinceramente ni en mis mejores sueños imaginé que pudiera ser así. 
Todo este trabajo realizado durante el curso, todos estos buenos resultados son principalmente fruto del trabajo de 5 personas. 
Por una parte la directora del Instituto, Ana que desde el minuto 0 dijo SI al aula y lo tomó como un reto.
Pilar, la orientadora, que se llena la boca de diversidad y sin quererlo genera oportunidades.
Javi el PT del aula, quien ha sido tan importante para Miguel, más de lo que él mismo imagina.
Pilar la educadora, llevo todo el año oyendo, mami se lo dices a Pilar, cada cosa que ha hecho Miguel ha querido contárselo a ella, le ha dedicado tanto cariño, que lo demás ha fluido solo.
Bea, la AL, que entusiasmo trasmite, qué capacidad de comprensión hacia los chicos, conoce cada matiz, da importancia a cualquier detalle y siempre siempre siempre ve las capacidades por encima de las dificultades.
También quiero agradecer al claustro entero y en general a todo el personal del Instituto, la implicación y la oportunidad que han creado. Y por supuesto agradecerles las muestras de cariño hacia Miguel, eso siempre me llega al alma.
Os dejo la imagen del Superdiploma de Miguel