sábado, 9 de marzo de 2013

Su propia vida

Siempre digo que pretendo acompañar a Miguel es su vida y con esta frase, a lo que me refiero es que quiero que Miguel tenga SU PROPIA VIDA. No quiero ser yo quien tome todas las decisiones, ni que lo hagan su padre o sus hermanos, quiero que él tenga la oportunidad de decidir.
Y para eso lo mejor es empezar a escuchar sus propias decisiones, que a veces no las transmite con palabras, si no con gestos, con actitudes, con sonrisas... y hay que aprender a escuchar su opinión.
En ocasiones, si estamos atentos nos podemos llegar a sorprender. Nosotros tenemos una gran seguridad  sobre algunas cuestiones, y a veces nos cuesta pararnos a escuchar, pero si creemos en el derecho a la autodeterminación, si creemos en el derecho a que tenga su propia vida, si creemos en nuestros hijos, hermanos, amigos... debemos aprender a pararnos y ESCUCHAR.
A veces son pequeñas decisiones, como cuando os conté lo que nos pasó con el menú de Mc Donalds, yo siempre le pedía petit de postre porque le encanta y el día del menú dijo claramente que quería piña, estaba hasta el gorro del petit y yo no me había parado a pensarlo, porque como le gusta... Pero si nos ponemos en nuestra propia piel, sabemos que hay cosas que nos gustan pero que a veces no nos apetecen, así que os animo a no dar por sentado todo y a plantearos alternativas siempre.
Lo mismo ocurre con decisiones más importantes, sobre todo ahora que Miguel va creciendo y tiene mayores oportunidades de decidir. Por ejemplo lo que respecta a amigos, hasta ahora  Miguel se ha relacionado más con niños sin diversidad, con sus primos, con sus compañeros de ordinaria, con los hijos e hijas de mis amigas, con amigos de sus hermanos... y Miguel los saludaba y estaba con ellos, aunque nunca ha demostrado interés por estar con ellos o por relacionarse. Sólo cuando era más pequeño decía "con Edu y Alvaro sí", pero porque quedar con ellos suponía ir a sitios chulos, a McDonalds, de excursión al monte, a la playa... porque realmente cuando luego los veía, no demostraba alegría, ni se relacionaba con ellos, más bien eran los amigos los que se acercaban a saludarlo o a decirle alguna cosa.
Ahora que Miguel va creciendo y teniendo más experiencia para decidir y saber lo que quiere, elige a sus amigos, y siempre elige a chicos con diversidad. Creo que es porque en general usan menos el lenguaje, con lo que se comprenden mucho mejor, tienen intereses más similares, el respeto por el otro es impresionante, entre ellos no se juzgan. Yo valoro y respeto mucho sus elecciones y más las de los amigos que jamás pueden ser impuestos. Me gusta mucho que él elija y que me pida ir con Carlos a tal sitio o que me hable de sus compañeros de la CyL.
Sigo pensando que la respuesta a las necesidades educativas de Miguel está en el entorno ordinario, pero no me olvido de que su felicidad está por encima de entornos ordinarios, de entornos específicos, de aulas, de centros, etc.
Recuerdo hace ya muchos años, una conversación con Ángeles Sierra, en la que defendía a una amiga suya con diversidad intelectual porque quería ir a una discoteca que la cerraban sólo para chicos y chicas con diversidad. Yo le discutía y le decía pero si estamos peleando por la inclusión, cómo vamos a pedir que cierren la discoteca y no dejen entrar a chicos sin diversidad?. Y ella me explicaba y me decía que su amiga estaba harta de sentirse observada y quería disfrutar de su ocio sin presiones y que realmente donde se encontraba a gusto era entre chicos y chicas como ella. Aquello me dio que pensar, más viniendo de una activista como Ángeles, sobre todo pensaba en la importancia de la decisión de cada persona, la autodeterminación. Quién soy yo para imponerle lo contrario, si esa es su elección? Así que hoy nuevamente me siento muy orgullosa de Miguel y de que escoja a sus propios amigos y me alegro de no vetarle ningún entorno porque eso le ha dado mayores oportunidades de aprendizaje y de experiencias vitales.


sábado, 2 de marzo de 2013

El aula CyL en Secundaria

Miguel tiene especial facilidad para adaptarse a entornos nuevos y a personas nuevas, así que al principio del Instituto, eso no me preocupaba mucho. Sí me preocupaba y mucho, que el entorno se preocupara por conocerlo y adaptarse a él, a su forma de comprender, a su forma de comunicar, a su forma de comportarse, etc, etc.

Iniciamos el curso con las reuniones necesarias para conocernos y para que yo les explicara algunas características de Miguel y algunas estrategias claras para ayudarle a adaptarse mejor.
La adaptación de Miguel fue inmejorable, en una semana tenía clarísimo que él iba al Instituto y si alguien nombraba cole, por lo que fuera, él venía y te decía "al cole no, Miguel al Instituto".

La comunicación con el personal del aula ha sido muy buena desde el principio, hasta el punto de cambiar la agenda escolar, a petición del personal, por una libreta con mayor espacio para poder contar las cosas que le ocurren a Miguel tanto en el Instituto como en casa. En el caso de chicos como Miguel, que tienen dificultades para contar las cosas que han pasado, esta comunicación me parece primordial, con la información de la agenda podemos preguntar a Miguel cosas más concretas y él responde, contando así lo que ha hecho y dándole oportunidades de participación como al resto.

Desde fuera la impresión era que el Instituto estaba por el aula, con ilusión por el proyecto y ganas de que todo fuera bien. Nada que ver con la implantación del aula en el cole, que fue mal recibida y en lo posible ocultada.

En la primera reunión general, ya me quedé muy sorprendida, cuando la orientadora se presentó y lo primero que contó fue el proyecto del aula, trasmitiendo ilusión y esperanza en la riqueza que iba a aportar al Instituto. Después de 7 años en aula CyL, era la primera vez que se hablaba con esa transparencia y con esa ilusión del aula. Hasta ahora en el cole, jamás se trató en una reunión general, sólo en la última de ciclo y porque fue un empeño personal de la PT.

Después de esta reunión, cada curso subió a su aula con su tutor, para explicarnos normas más concretas de clase y la dinámica general del aula en concreto. También me sorprendió muy gratamente cuando el tutor abiertamente habló de la atención a la diversidad y del aula CyL como un recurso importante del centro. Aunque guardé muy bien la compostura, os podéis imaginar lo contenta que estaba, era mi primera experiencia en positivo con el aula. Es tan importante que el equipo directivo se lo crea y transmita esa ilusión al resto de claustro...

Al acabar la reunión me quedé a  presentarme al tutor del aula ordinaria. Me explicó las asignaturas que daba y a las que Miguel asistiría. Además me dijo que estaba entrando él al aula CyL a valorar los conocimientos de plástica de Miguel, y que durante algunas sesiones seguiría entrando a trabajar con él de manera más individual. Me quedé un poco sorprendida, la CyL siempre ha sido exclusiva de PT, AL y Educador, ningún tutor de Miguel se le ocurrió entrar allí a trabajar con él. Me pareció estupendo, al aula es abierta en los dos sentidos!!!.

En muy poco tiempo Miguel estaba haciendo plástica en el aula ordinaria y el mismo tutor me dijo lo bien que Miguel estaba aprendiendo, y lo que le sorprendía la mejoría con respecto a las primeras evaluaciones que le hizo. Ya estaba manejando la regla y el compás. En breve os contaré como está trabajando Miguel.

Ahora lo más importante es que Miguel acude muy feliz al Instituto, mucho más de lo que ha acudido nunca. Recuerdo sus rabietas matineras por no levantarse, por no ir al cole. Aquello ya no tiene que ver con lo que ocurre hoy. Madruga mucho porque entra a las 8, pero se levanta con la sonrisa puesta y la frase Mami, al Instituo SI.