En el curso 04-05 Miguel hacía tercero de infantil, el último curso de esta etapa. Las condiciones seguían siendo las mismas, la tutora, la PT, sus compañeros, el entorno... úna vez más esta estabilidad beneficiaba a Miguel. De este curso los recuerdos que tengo no son tan buenos, ya que fue el curso donde se le pidió una revisión de dictamen y las cosas fueron muy diferentes a cómo yo las esperaba. Pero algún recuerdo bueno si que tengo, cómo cuando Miguel llegó a casa sabiéndose el abecedario, lo repetía en la bañera mientras lo enjabonaba, y la verdad me sorprendió. Al día siguiente lo comenté con la maestra y me dijo, no puede ser, sólo lo hemos dicho un par de veces y ningún niño se lo sabe. Le insistí en que era cierto y al día siguiente me dijo que era verdad y que era el único de la clase que se lo sabía. La explicación es fácil, cualquier niño para memorizar se apoya en la semántica, es decir en el significado, de ese modo le da un sentido y les resulta más fácil recordar. Cómo la comprensión de Miguel en esa época era muy pobre, él memorizaba sin entender, sólo con el ritmo era suficiente, por lo que saberse el abecedario no le supuso gran dificultad. Evidentemente este aprendizaje era memorístico, a nivel cognitivo no le servía para nada ya que no conocía las letras, sin embargo a nivel social si le sirvió, los demás niños valoraron que él se lo supiera, y eso favorecía la imagen positiva que tenían de él. A mitad curso más o menos, en una reunión con Paloma decidimos que era el momento de trabajar la lecto-escritura y para ello Miguel necesitaba más trabajo individual. Para poder hacerlo decidimos que Paloma acudiera al cole sólo un día a la semana y el otro acudiera a casa. Miguel hizo grandes progresos con Paloma, en poco tiempo conocía todas las letras en mayúscula, además se interesaba y por la calle se fijaba en las matrículas, en los carteles... y las iba diciendo.
Siguiendo con el cole, fue un curso un poco triste, ya que empezamos en diciembre con la revisión de dictamen y nos llevó todo el curso. Al final se decidió que Miguel dejaría el cole, con gran decepción por nuestra parte, ya que valorábamos mucho todo lo que había avanzado, sin embargo para algunos no fue suficiente. Cómo despedida escribí un cuento sobre la historia de Miguel en el cole, en el que aparecían sus compañeros y algunas anecdotas, pensé que lo mejor era dejarles algo que siempre que lo miraran les recordara aquellos años de su vida que compartieron con Miguel. Aún hoy hay mamás que me dicen que sus hijos lo releen de vez en cuando y que les encanta. Miguel salió del cole con la cabeza bien alta, les había dado mucho a compañeros y profesionales, lástima que algunos sean tan cerrados que sólo ven lo que Miguel no puede, en lugar de ver todo lo que él aporta y de respetar la diferencia.
viernes, 14 de noviembre de 2008
Último curso de Educación Infantil
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