miércoles, 11 de junio de 2008

Cuando empezó a llamarnos

Con 4 años Miguel no distinguía papá de mamá, ni del resto de adultos, abuelos, tíos, profesores, etc. Para llamar la atención de cualquier adulto siempre era papá y en alguna ocasión mamá pero de forma indiferenciada. He de decir que esto tenía un coste personal importante para mi, yo tenía muy claro que él me conocía y aunque era capaz de irse con cualquier persona, cuando yo volvía a casa o lo recogía de la casa de los abuelos, sólo me echaba una ligera mirada, de refilón y sin acercarse a mi, ni mostrar ningún sentimiento explícito, su cara mostraba tranquilidad. Era como decir, "todo está en orden". Aunque sabía que para él lo importante era que su equilibrio se mantenía, no la alegría de volver a verme, para mi era reconfortante sentir ese sosiego en su cara. Poco a poco empezamos a sentir que nuestra relación con él, o mejor que su relación con nosotros, empezaba a evolucionar. Por mucho tiempo él nos tuvo por mediadores entre él y el entorno, con nosotros no había empatía, Miguel nos "utilizaba" para obtener lo que deseaba, comida, juguetes, juegos motores..., pero esta relación como digo, empezó a evolucionar, creo que en el tiempo tuvo que ver con la intervención de Paloma, ella le abrió puertas a la comprensión del mundo que le rodeaba. Recuerdo que empezó a llamarnos papá a los dos, pero con un matiz de complicidad mayor que cuando llamaba al resto de los adultos. Decía "papá" y yo le corregía a mamá, cuando quería a su padre decía "mamá", y se le corregía de nuevo. Pensamos que era muy difícil para él entender esto y más con unas características fonéticas tan similares. A Paloma se le ocurrió que podríamos enseñarle que su padre era "papá", y que yo era "mami". En poco tiempo lo comprendió y lo aprendió y desde entonces, tendría casi 5 años, no ha vuelto a confundirse. He de decir que ahora su relación con nosotros es muy empática, que si no estamos nos llama, que nos busca para abrazarnos, que nos enseña todo lo que le gusta, que nos necesita como personas, ya no sólo por su equilibrio, si no porque nos quiere.

0 comentarios: