A raiz de aparcar varios días cerca de una oficina de "la Caixa" para ir al médico y queriendo distraer a Miguel de su ansiedad ante el hospital, se me ocurrió mostrarle el logo de la Caixa que es una especie de estella, leimos "la Caixa" y contamos cuantas estrellas había en las diferentes ventanas y rótulos, así tres días seguidos. Cumplimos y nos sirvió para cambiar la conversación de "al médico, no pasa nada, no te van a pinchar, un poquito y se acabó..." a "La caixa, la estrella, cuantas estrellas hay..." Pero además de distraerlo hemos tenido...