En concreto voy a comentar sobre la formación de nuevas palabras y como las personas con autismo buscan estrategias para ello. Como ya he comentado en anteriores entradas, las personas con autismo tienen dificultades con el aprendizaje implícito, especialmente el referido al lenguaje, les cuesta extraer las reglas que utilizamos para la formación de las palabras, para concordar género y número, para conjugar los verbos, etc.
Además se añaden las dificultades de generalización, conocidas por cualquiera que haya leido algo sobre autismo.
Pues bien ¿como enseñar de manera explícita la concordancia del género? Es cierto que algunos niños superan estas dificultades con cierta facilidad, quizá un buen nivel cognitivo ayude a que estos aprendizajes no sean tan costosos. Sin embargo hay un gran número de niños cuyas dificultades en lenguaje, les llevan a necesitar mucha más ayuda. En el caso de Miguel, este aprendizaje es memorístico, se ayuda de las ecolalias, en las palabras que utiliza habitualmente la concordancia de género es correcta, pero cuando se trata de palabras nuevas antepone cualquier artículo, sin tener en cuenta ninguna regla, ni siquiera esa que usan algunos niños pequeños de "todo lo que acaba en a es femenino". Si dice "un vaca" le corregimos, le volvemos a corregir y así en diferentes ocasiones, hasta que él lo registra como "la vaca" o "una vaca" y ya no vuelve a confundirse. Pero sigue sin entender el concepto de género, sigue sin concordar bien las palabras, esa dificultad para extraer reglas la mantiene.
Muchos niños cuando inician el lenguaje oral utilizan el infinitivo: dormir, comer, jugar... para todo, no conjugan el verbo, después poco a poco lo van haciendo, utilizan el gerundio y las formas más simples del verbo, para pasar a una conjugación adecuada. Miguel empieza a conjugar algunos verbos, algunos correctamente y otros... pues ha elaborado una regla propia, en ocasiones conjuga verbos y en otras conjuga cualquier palabra. ¡Bien, por el hecho de que ha elaborado una regla! aunque no sea la correcta, ha sido capaz de extraer algo común que podría ayudarle a hablar mejor. Un ejemplo de esto es la conjugación de la interjección "venga". Si Miguel está jugando y no quiere venir a comer, le llamo, le insisto y le digo, "vengaaa, a comer" él me responde "No vengues". Evidentemente es incorrecto, gracioso, pero incorrecto. Pero la importancia que esto tiene es que está creando lenguaje y está creando reglas para manejarse. Es un gran paso que principalmente aprecia quien lo tiene muy cerca, conoce sus dificultades y el esfuerzo que hace por superarlas y en general cualquiera que conozca el autismo y las implicaciones que conlleva en el lenguaje.
Siguiendo con las dificultades, es muy complejo enseñar la diferencia entre alguien y nadie, fijaros lo complejo, Si entro en la habitación de Miguel y jugando al escondite digo ¿no hay nadie?, él responde "si hay nadie". Lo fácil sería pregunar ¿hay alguien? seguro que Miguel respondería correctamente, pero se trata de que aprenda más cosas, no sólo de que no se equivoque. Esto mismo le ocurre con términos parecidos como algo-nada, alguno-ninguno, términos que en positivo tienen una forma y en negativo tienen otra. Esta regla utiliza conceptos que Miguel no tiene adquiridos como "positivo y negativo", así que habrá que inventar un modo adaptado para que pueda entender.
Cuando nuestro aprendizaje es el standard que fácil es todo y que poca importancia damos a los diferentes términos, pero cuando se presenta alguna dificultad y analizas cada uno de los términos, valoras la complejidad del lenguaje, lo rico que es y lo dificil que es dominar todas las opciones.
viernes, 28 de mayo de 2010
Generalizaciones en el lenguaje
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