Previo al inicio de curso le explicamos a Miguel y le anticipamos en su calendario que en breve empezaría el curso. Para ayudarle a anticipar mejor, en el mes de Julio, lo llevamos un día al instituto y vimos las instalaciones, sobre todo el patio que para Miguel es un lugar importante. Además en este caso más, por varios motivo: tiene una gran pinada cosa que a Miguel le aporta tranquilidad, además da a la carretera donde puede ver pasar los coches y para mayor gusto de Miguel, tiene cerca una estación de tren que se ve desde el patio. Así puede ver los trenes cuando pasan, cuando se cruzan, etc, etc.
La anticipación debía ser diferente a la de años anteriores, puesto que cambiábamos de centro, de compañeros, de profesionales... Decidí que no hablaríamos más de "cole" la manera en que él llamaba a su escuela, incluso cambié el picto, como ARASAAC me da varias opciones así lo hicimos. El uso de las palabras polisémicas puede resultar una gran dificultad para algunas personas con autismo.
No le dimos explicaciones de "cole no" ni "ahora el cole se llama instituto", para la comprensión de Miguel esto es muy complejo, pensé que el referenciarlo así siempre, le daría más pistas que ningún tipo de explicación. Como fuimos a la reunión con la orientadora, aprovechamos para ver de nuevo el patio y decirle que éste era el instituto.
Los días previos a empezar, estaba nervioso y preguntaba mucho por sus maestras del año pasado ¿dónde está María? ¿dónde está Isabel? Además tenía muchas ganas de verlas y de contarles las vacaciones, eso de haber ido a Disney nos está dando muchas oportunidades para contar hechos pasados, cosa que a Miguel le cuesta especialmente. La cuestión es que cuando preguntaba le decíamos que no estaban en el instituto. A su manera lo comprendió y empezó a decir María ha desaparecido, Isabel ha desaparecido.
El día antes de empezar, le hablé de sus nuevos profesores Javi, Bea y Pilar, le dije que estarían con él en clase, que si necesitaba algo tenía que decírselo a ellos, que también tenía que contarles lo de Disney...., y de repente se le ilumina la cara y me dice "siii con Javi y Bea" Automáticamente yo noooooooooo, Javi y Bea nooooooo. Y es que resulta que dos de mis sobrinos se llaman Javi y Bea, son hermanos, así que habitualmente los nombramos juntos. La verdad que a mi ni se me ocurrió que se llamaban igual.. Estaba tan centrada en el instituto en darle solo la información relevante, que él me ganó de largo abriendo su mente más que yo. Fue un lío explicarle que no eran ni ese Javi ni esa Bea.
Llegó el primer día de clase y nos levantamos muuuuy temprano, aún era de noche, pero como Miguel sabía que teníamos que ir, se levantó contento diciendo "Es jueves al instituto". Se vistió y desayunó muy contento. Y a punto de salir de casa, se sentó en el sofá y puso mala cara, me dijo "al instituto La Luna no". Le pregunté porque no entendía que quería decir y él solo repetía esa frase. Le dije que el instituto no se llamaba la luna, pensé si en la puerta habría visto alguna luna dibujada, pero no lo recordaba, la luna no tenía nada que ver con el instituto, pero él seguía erre que erre. Al final me enfadé con él, nos teníamos que ir, ya era tarde y estaba enfadado y sin querer moverse. Yo no entendía nada, la anticipación había estado muy pensada, todo había estado muy controlado y sin embargo algo pasaba. Yo no quería que el primer día llegara enfadado, porque su primer recuerdo no sería bueno y eso podría condicionar su adaptación al instituto. Así que enfadada le dije, "No te entiendo Miguel" y él enfadado y levantando la voz me dijo "que son las 3 de la mañana"
Qué genial!!! Me estaba diciendo que era de noche y que al instituto había que ir de día. Lo mejor es la estrategia que se le ocurrió para que yo entendiera lo que quería decir, "son las tres de la mañana" es una frase de una peli, recurrió a sus ecolalias que tanto le han ayudado para comunicarse y así poder hacerse entender.
Ya sabéis que pienso que Miguel es un superviviente comunicativo y que explota los recursos con los que cuenta como nadie.
Nos asomamos juntos a la ventana y le expliqué que enseguida saldría el sol, algo contrariado accedió a salir de casa. Entre que cogimos la mochila y sacamos el coche del garaje, empezaron a salir los primeros rayos de sol. Se lo enseñé enseguida, ves Miguel ya está saliendo el sol. Tan natural soltó un suspiro "aaaaahhhhhh vale" y ya fue contento al instituto. Ufff menos mal. Para ayudarle a tranquilizarse mejor, en el coche puse su música favorita. Qué poder tiene la música sobre él!! le ayuda mucho a recuperar la tranquilidad.
En la puerta nos esperaban sus maestros, se los presenté y les pedí que repitieran varias veces durante la mañana su nombre para que Miguel lo aprendiera. Miguel se quedó tranquilo, siempre ha tenido claro que al cole o al instituto, nosotros no vamos, cuando era pequeño y nos quedábamos más de lo habitual, nos llevaba a la puerta para que nos fuésemos.
Al acabar la mañana salió contento diciendo "mañana es viernes al instituto".
Bien por Miguel!! teníamos un buen principio...
Como siempre, me encanta leer tus reflexiones, pero esta vez lo que más me gusta es la manera de Miguel de hacerte comprender que era de noche y no había que ir todavía al instituto. Y como no le entendías, me parece maravillosa la forma que encuentra para hacerte comprender... A veces pienso que somos nosotras las que tenemos dificultades con el lenguaje! Ole por Miguel!!!!
ResponderEliminarjajaja claro que lo llevas de noche, muy bien Miguel :)
ResponderEliminarCuando las mías eran pequeñas empezaba días antes a prepararlas, levantándose un poco antes. Nosotros tenemos el calendario escolar: comienzan en verano y terminan casi empezando el mismo, con vacaciones de 15 días en el mes de julio. Pienso en el lío de las clases allí, con las fiestas de por medio. Aún así, Miguel es un pillo :)
Les dejo buenas ondas, lo mejor, abrazos.
Que bueno esto de Miguel! Les deseo un buen año y con muchos logros más! Cariños. Carmen
ResponderEliminar